Olas de calor: La Cumbre Mundial sobre el Calor de la IFRC abordará el "asesino invisible"

These two children, walking beneath a sun umbrella in a drought-affected part of Mozambique, offer an example of the solutions people often resort to protect themselves during extreme heat.  With heatwaves getting more frequent and intense, the IFRC says more must be done to help people adapt.

Dos niñas caminan bajo una sombrilla en una zona de Mozambique afectada por la sequía, ellas son un ejemplo de las soluciones a las que suele recurrir la gente para protegerse del calor extremo. Dado que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas, la IFRC afirma que hay que hacer más para ayudar a la gente a adaptarse.

Foto: Aurélie Marrier d’Unienville/IFRC

Con temperaturas extremadamente altas que se cobran vidas en todo el mundo, la Cumbre Mundial sobre el Calor señala la urgente necesidad de ayudar a las comunidades a hacer frente a las olas de calor.

Con temperaturas extremadamente altas que se cobran vidas en todo el mundo, la Cumbre Mundial sobre el Calor señala la urgente necesidad de ayudar a las comunidades a hacer frente a las olas de calor.

Las olas de calor son cada vez más frecuentes y extremas, y se cobran cada vez más vidas, por lo que se reconocen cada vez más como una de las consecuencias más mortíferas del cambio climático.

Una cumbre mundial sobre el calor organizada por la IFRC el jueves 28 de marzo (13:30 CET) pretende dar la voz de alarma sobre la creciente urgencia de las olas de calor y la amenaza que suponen para la salud y el bienestar humano.

Organizada en Alianza con USAID, la cumbre pretende estimular el diálogo y la inversión en torno a soluciones que permitan salvar vidas y mitigar costos mediante la mejora de la preparación, la alerta temprana, la coordinación y la respuesta rápida, entre otras cosas.

La Administradora de USAID, Samantha Power, y el Secretario General de IFRC, Jagan Chapagain, estarán acompañados por líderes de todo el mundo que están desarrollando soluciones innovadoras para reducir el impacto de los eventos de calor extremo. 

El calor extremo se define generalmente como periodos prolongados con temperaturas superiores a 37° C. Pero las recientes olas de calor han superado con creces las expectativas normales. En Brasil, recientemente, las temperaturas en algunas ciudades superaron los 60° C. En algunas zonas del norte de África y el sudeste asiático, las olas de calor alcanzan habitualmente los 50 grados.

"Partes de Sudamérica y Australia acaban de salir de los dos veranos más calurosos de su historia", señala el Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain. "En todo el mundo, 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, con un margen enorme. La mitad de la población mundial -3,5 millones de personas- ha sufrido olas de calor.

Para la IFRC, la Cumbre será también la ocasión de lanzar una campaña de acción de dos meses sobre el calor extremo antes del Día de Acción contra el Calor, el 2 de junio. La campaña incluirá un conjunto de herramientas en línea para ayudar a las personas a difundir conocimientos y prepararse para la estación estival del hemisferio norte, que para muchos ya ha comenzado.  

Para ayudar a la gente a hacer frente al calor extremo durante la pandemia de Covid-19, el personal voluntario de la Cruz Roja de Moldova instaló tiendas de campaña que ofrecen sombra y agua gratis.

Para ayudar a la gente a hacer frente al calor extremo durante la pandemia de Covid-19, el personal voluntario de la Cruz Roja de Moldova instaló tiendas de campaña que ofrecen sombra y agua gratis.

Foto: Cruz Roja Moldova

Asesinas silenciosas

A veces se hace referencia a las olas de calor como asesinas «silenciosas» o «invisibles» porque las personas que sucumben suelen morir en sus casas y es posible que en un principio no se reconozca que su muerte se debe a un calor prolongado.

Sin embargo, las autoridades sanitarias y especialistas del clima están observando una clara correlación entre las altas temperaturas y el aumento de las tasas de mortalidad en muchas partes del mundo. Las olas de calor en Europa mataron a más de 60.000 personas en 2022; en el Reino Unido, las carreteras se derritieron y murieron casi 3.000 personas.

En la India se producen al menos 1.000 muertes al año atribuibles al calor extremo. En Estados Unidos, la cifra es similar. Según The Lancet, China va camino de registrar entre 20.000 y 80.000 muertes al año por olas de calor. Sin embargo, se cree que estas cifras subestiman enormemente el impacto real del calor extremo.  

Las personas afectadas por crisis son especialmente vulnerables al calor extremo. Un Un grupo de niñes iraquíes tuvieron que desplazarse a causa del conflicto. Se reúnen en torno a grifos de agua en un campamento de personas desplazadas internamente para refrescarse y llenar sus jarras de agua.

Las personas afectadas por crisis son especialmente vulnerables al calor extremo. Un Un grupo de niñes iraquíes tuvieron que desplazarse a causa del conflicto. Se reúnen en torno a grifos de agua en un campamento de personas desplazadas internamente para refrescarse y llenar sus jarras de agua.

Foto: Raefah Makki/IFRC

¿Quién corre más riesgo? 

Las olas de calor pueden ser especialmente peligrosas para las poblaciones vulnerables, como las personas adultas mayores, niñas y niños pequeños, las personas con discapacidad y las mujeres embarazadas. Las personas con enfermedades preexistentes, como obesidad, cardiopatías o afecciones respiratorias como el asma, también corren un riesgo elevado de sufrir complicaciones de salud a causa de las olas de calor.

Además, ciertos grupos de población que pasan tiempo al aire libre durante las horas de más calor -trabajadores agrícolas, jornaleros, peones camioneros y personal que trabaja al aire libre- corren un riesgo especialmente elevado.

Las personas que se enfrentan a la inseguridad de la vivienda, como las personas sin hogar y las que viven en asentamientos informales y barrios marginales, o que carecen de acceso a atención médica o a lugares donde puedan refrescarse (parques, playas, estaciones de refrigeración, espacios con aire acondicionado, etc.) también corren un mayor riesgo. 

Cada vez más organizaciones y ciudades ofrecen servicios como este centro de enfriamiento, gestionado por la Cruz Roja Austriaca, donde la gente puede descansar en una habitación con aire acondicionado.

Cada vez más organizaciones y ciudades ofrecen servicios como este centro de enfriamiento, gestionado por la Cruz Roja Austriaca, donde la gente puede descansar en una habitación con aire acondicionado.

Foto: Markus Hechenberger/ Cruz Roja Austriaca

Áreas Urbanas

Las ciudades y las zonas densamente pobladas se enfrentan a un reto único con respecto al cambio climático y el calor extremo debido a su infraestructura urbana innata. Este fenómeno puede explicarse por el «efecto isla de calor urbano», en el que los materiales de construcción utilizados habitualmente para construir infraestructuras urbanas absorben y retienen el calor más de lo que lo harían los recursos materiales naturales.

Esto, junto con una actividad humana muy concentrada, asentamientos informales, subestructuras y poblaciones densas y espacios verdes abiertos mínimos, perpetúan el calor extremo. 

¿Qué está haciendo la IFRC?

Para 2025, la IFRC se propone ayudar a 250 millones de personas a estar mejor protegidas contra el calor en al menos 150 ciudades y pueblos.  Para ello, la IFRC facilita la adopción de medidas climáticamente inteligentes para ayudar a las comunidades mundiales a prepararse, responder y recuperarse de los desastres climáticos.

La Plataforma Mundial de Resiliencia Climática de la IFRC tiene como objetivo mejorar la resiliencia y desarrollar las capacidades de adaptación de 500 millones de personas en los países más vulnerables al clima. La Iniciativa de Alerta Temprana para Todas las Personas de la IFRC tiene como fin proporcionar alerta temprana de condiciones meteorológicas extremas a todas las personas del planeta para 2027, lo que incluye el calor extremo. Y la IFRC alerta periódicamente a través de su red de 191 Sociedades Nacionales y mediante actividades mundiales de sensibilización y eventos internacionales como el Día de Acción contra el Calor, que se celebrará el 2 de junio de 2024.

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